El perfume en Las Marías: Justina Rochet
Juan Riestra

Son pocos los datos que tenemos. Justina Rochet fue una joven de 18 años en 1868 que vivía en Las Marías con su tío, Simón Rochet, un rico hacendado francés. Bien podemos suponer que fuera propietario de una hacienda de café, que era el cultivo más común en aquella zona. Se dice que era una “mujer hermosa” de una “belleza hechizante’, “una especie de hada de la insurrección”.

La persona: Al parecer ayudó a los revolucionarios de Mayagüez y Lares, promoviendo la revuelta, repartiendo mensajes, persuadiendo a los jóvenes para unirse. Convencía. Encantaba. Atraía a los hombres. Llevaba en sus manos comunicaciones secretas.

Las armas: Recibía perfumes en unos cajones que llegaban al puerto de Ponce y los subía a la Hacienda. Es de suponer que los perfumes llegaran de Francia. En esos cajones también llegaban los revólveres. Después del Grito de Lares, las autoridades encontraron esas armas en su casa.

Se dice que era una “mujer hermosa”, de una “belleza hechizante’,
 “una especie de hada de la insurrección”.

¿Bordaría también la bandera? Las investigaciones del gobierno tras la insurrección llegaron a oír de una mujer revolucionaria importante que tenía el seudónimo de “Brazo de Oro’. La idea que más se generalizó fue que se trataba de Mariana Bracety y que ésta había bordado la bandera. No obstante, esta investigación es confusa porque por momentos se dice que Justina era Brazo de Oro, y que había sido ella la del bordado. ¿Error? ¿Confundirían las autoridades “Justina” con “Bracety? ¿O será posible que varias mujeres bordaran la bandera, que hubiera más de una Brazo de Oro? ¿O que llamarían a Justina “Brazo de Oro” por llevar los mensajes? No lo sabemos a ciencia cierta, pero parece que, al menos, algo tuvo que ver Justina con la bandera.

Algunas fuentes de la época pintan un cuadro muy interesante: “en todas las sociedades indicadas se hablaba de una mujer hermosa llamada Brazo de Oro, una especie de hada de la insurrección, que vivía en Mayagüez (Las Marías era parte de Mayagüez en esos tempos) y … bordaba banderas y seducía con sus encantos a futuros libertadores…”; “magnetizaba hasta el heroísmo a los jóvenes de Puerto Rico libre”.

*Fuente bibliográfica: Raquel Rosario, Mariana Bracety, una patriota que no Claudicó.