Entrevista al Colectivo Ilé: “El color no pasa en blanco”

Jorge Lefevre-Tavárez, Cristina Esteves-Wolff e Isabela Fraga

Creaciones del taller de elaboración de máscaras. Parte de un campamento para la formación de afrojuventudes. Fotos suministradas por Colectivo Ilé 

 

Nuestros esfuerzos han estado encaminados a que haya un reconocimiento de cómo el racismo existe en la fibra institucional, cómo el legado racial continúa inmutable en las instituciones socializadoras de Puerto Rico, que incluso el actual desplazamiento de puertorriqueñxs se debe a prácticas y políticas raciales.

Este número de Categoría Cinco, dedicado a la problemática racial en Puerto Rico, no estaría completo sin la participación de grupos que intervienen activamente en el debate público sobre el tema. Por eso, el Consejo Editorial estimó importante entrevistar al Colectivo Ilé, por su trayectoria de décadas en los debates raciales del país y por lo que su propia historia nos puede decir de la manera en que estos debates han ido cambiando y evolucionando en el archipiélago.

Redactamos una serie de preguntas para que las participantes de Colectivo Ilé las contestaran por escrito. Estas preguntas iban en una de dos direcciones: la primera procuraba documentar el trabajo de Colectivo Ilé, a fin de que la entrevista también sirviera de archivo sobre su labor; y la segunda buscaba que el Colectivo compartiera sus análisis sobre los cambiantes debates en torno a la cuestión racial en Puerto Rico y que reflexionara sobre esos cambios con relación a discusiones en la diáspora y otros países de la América Latina. 

Estas respuestas darán cuentas de los distintos tonos y acercamientos de las miembros del Colectivo, demostrando así la pluralidad de voces que participan de este esfuerzo.

Cat 5: ¿Cómo surgió el Colectivo Ilé y cuál era el contexto del debate racial al fundarse?

El Colectivo Ilé surgió en Northampton, Massachusetts. Las comunidades aledañas a nuestra oficina eran mayormente puertorriqueñas, mexicanas, guatemaltecas, hondureñas y de otros países latinoamericanos. Venían a la Casa Latina, la organización donde surgió ILE (Institute for Latino Empowerment), a buscar ese primer enlace, servicios y orientación. El gobierno y las alas más conservadoras de nuestra comunidad orientaban su trabajo con estas comunidades desde modelos asistencialistas que para nada lidiaban con la opresión (racismo, colonialismo, eurocentrismo, sexismo, heterosexismo…) que las mantenía empobrecidas y despolitizadas. 

Con el tiempo (finales de los años 1980 y principios de los 1990), analizamos que habíamos estado lidiando con los síntomas de la enfermedad, pero no la raíz de la enfermedad misma. El desmantelamiento del racismo se hizo central en nuestros trabajos y comenzamos una serie de procesos dirigidos a personas en posiciones de liderato en nuestras comunidades. Los primeros procesos atrajeron a personas de distintas partes de Massachusetts. Estas viajaban una vez a la semana para reflexionar sobre el racismo y sus manifestaciones. 

Ya para el 1997, regresamos a Puerto Rico, y, si bien a principios de nuestro regreso queríamos observar con humildad, pronto nos dimos cuenta de que un Ilé, un espacio educativo y de organización comunitaria, era necesario.  Poco a poco, orgánicamente, fuimos asumiendo el trabajo a través de Colectivo Ilé.

Logo de Colectivo Ilé

Cat 5: ¿Cómo ven la evolución del debate racial en Puerto Rico desde la creación del Colectivo en 1992? ¿Cómo se posiciona el colectivo en este debate hoy en día?

Reconocimos que, al igual que en los Estados Unidos, en Puerto Rico se negaba el racismo. La idea de que éramos una mezcla armoniosa de tres razas exacerbaba el problema y en efecto nos ponía un gran tapujo para seguir invisibilizándolo. Prescribía que cualquier persona que se atreviera a ventilarlo exageraba, era un chango, era ridículo, no asumía responsabilidad personal o sencillamente tenía un problema de complejos. Estas microagresiones hacían muy difícil que se diera un diálogo honesto (y que se mostraran vulnerabilidades) sobre el asunto, y, de hecho, no permitía incidir en el plano institucional.  

Nuestros esfuerzos han estado encaminados a que haya un reconocimiento de cómo el racismo existe en la fibra institucional, cómo el legado racial continúa inmutable en las instituciones socializadoras de Puerto Rico, que incluso el actual desplazamiento de puertorriqueñxs se debe a prácticas y políticas raciales. Colectivo Ilé ha trabajado con el sistema educativo, legal, de trabajo social, de protección de menores, con psicólogos, con el sistema de salud y otros.  Nuestros esfuerzos están encaminados a que las personas asuman responsabilidad por sus propias instituciones, a que sean amantes críticos de sus propios entornos institucionales, que puedan identificarlo y erradicarlo colectivamente.

Desde entonces, más y más gente se siente cómoda y reconoce el racismo como un problema fundamental. Más y más gente puede reconocer que la ideología racial sostiene el colonialismo que se vive a manos de los Estados Unidos, que para ellos somos un “otro” racializado como inferior, y así se nos trata, así se nos ve. En este hito histórico, reconocemos que América Latina ha sido construida desde un prejuicio a favor de lo blanco, lo europeo, su sentido estético, sus saberes, sus prioridades y sus metodologías. Que ha sido forjada con un prejuicio en contra de nuestrxs ancestrxs de pueblos originarios y negros: sus prácticas, sus saberes, su cultura…

Nuestro rol es y seguirá siendo crear conciencia sobre el impacto del racismo a nivel personal (individual), institucional y cultural; continuar retando el racismo/colonialismo internalizado; y elevar la conversación para que haya mayor fluidez para reflexionar sobre prácticas liberadoras.  Seguiremos incidiendo en las organizaciones a través de Rompiendo Esquemas Raciales (taller de tres días y 24 horas) y otros talleres como el Taller de Imágenes Ancestrales; Altar de Altares: la racialización del pelo, la cabeza y el diseño de turbantes; y otros procesos emblemáticos de Colectivo Ilé.

Cat 5: En 2020, el colectivo lanzó la Campaña de Cara al Censo 2020 con el objetivo de animar a les puertorriqueñes a reconocerse como afrodescendientes. ¿Cómo ven la relación de los puertorriqueños con las etiquetas raciales ofrecidas por el Censo? ¿Cómo evalúan el resultado de la Campaña?

Desde antes del 2000 venimos denunciando que el Censo estadounidense era una imposición racial muy onerosa. Que no hubo en ningún momento una consulta sobre las etiquetas censales, que el censo estadounidense se impuso tal y cual fue concebido para el contexto racial de los Estados Unidos. Por medio siglo la pregunta sobre raza fue obviada, dando crédito a la idea de que en Puerto Rico la raza no era un tema ya que estábamos mezclados. Comenzamos nuestros esfuerzos y campañas para que hubiera un reconocimiento sobre el concepto de raza y su impacto. Anticipamos que una gran mayoría de personas se declararían blancas en el Censo del 2000 y en efecto así fue. Creamos procesos y programas para reflexionar y concienciar a las mujeres (que en su mayoría eran las que llenaban el Censo). Los esfuerzos de esa década fueron humildes, pero positivos. Ya para la década del 2010 amplificamos nuestros esfuerzos aún más, y coincidió con un reclamo mundial, con el huracán María, con un racismo norteamericano que no se escondía para expresarlo (Donald Trump y su papel toalla), con el asesinato de George Floyd y otros acontecimientos que le mostraron a nuestras comunidades latinas (en Estados Unidos) y puertorriqueñas (en Puerto Rico) que para nada eran blancos. Los resultados de nuestra campaña han sido exitosos y obviamente estamos orgullosas de ella, pero aún persiste el distanciamiento de nuestra negritud y esto continúa siendo un asunto serio para nuestra matria.

Anuncio de actividad de Black Lives Matter
Cartel de la campaña sobre la afrodescendencia en el censo

Cat 5: En los años 1990, diversos movimientos sociales brasileños se unieron para lanzar la campaña “Não deixe sua cor passar em branco” (No dejes que tu color pase en blanco), con la idea de animar a los brasileños a contestar con cuidado la pregunta sobre identidad racial en los censos, articulando la conexión entre la cuestión racial y políticas públicas. Estos mismos movimientos lograron que el gobierno brasileño considerara “pardo” y “preto” como “negro”, desde el punto de vista demográfico. ¿Cómo ve el Colectivo Ilé esta conexión (entre muchas otras) con movimientos sociales de otros países latinoamericanos? ¿Cómo se dan los diálogos con otros colectivos y movimientos de otros territorios del Caribe y América Latina?  

Muy interesantemente, se han desarrollado movimientos paralelos para visibilizar nuestra negritud y a las comunidades negras de América Latina. Brasil, México y Puerto Rico son ejemplos de ello. En Puerto Rico, se desarrolló la frase “no te quedes en blanco” (lo cual para nada fue una copia de los brasileros) para estimular a que lxs puertorriqueñxs reconocieran su mezcla. Estos procesos históricos hablan de una consciencia colectiva que se resiste a continuar negando la negritud y negando el racismo que nos conmina a llamarnos blancos (cuando visiblemente no los somos) y a distanciarnos de nuestra negritud. 

Igual hemos querido en Puerto Rico que se reconozca el colorismo, que haya unas admisiones saludables sobre la experiencia de ser más claro de piel, que se reconozcan los privilegios relativos de piel responsablemente. Que se entienda que todxs somos afrodescendientes, pero no todxs somos visiblemente negros y eso marca una gran diferencia en nuestros contextos raciales.  Mantenemos lazos con distintos movimientos y esperamos seguir promoviendo la conciencia racial juntxs.


Cat 5: Según la descripción del Colectivo Ilé en su sitio web, el objetivo del grupo es “fortalecer el trabajo antirracista y descolonizador” dentro y fuera de Puerto Rico. ¿Cuáles son las especificidades de un trabajo descolonizador en el contexto puertorriqueño?  

Un trabajo descolonizador tiene por necesidad que reconocer que 530 años de coloniaje y racismo modifica nuestra psique, que nos socializa a pensar que lo europeo es superior, que su cultura, sus prioridades, su lógica, sus valores y saberes son superiores. Partimos desde este reconocimiento: que no hay nadie que no haya sido impactado por esta ideología de supremacía blanca; que a veces pretendemos solucionar nuestra situación colonial utilizando metodologías que desproporcionadamente redundan en beneficios para la gente blanca. 

En nuestros procesos enfatizamos aquellos saberes nuestrxs que nos han sido reconocidos como válidos por los sistemas que organizan a nuestra sociedad. Nuestro comadreo tiene prioridad sobre el asistencialismo, nuestros procesos espirales (no lineales) se presentan como necesarios para mantenernos íntegras. Se reconoce que hay saberes y experiencias que son legados ancestrales esenciales, reconocemos el trauma ancestral al igual que nuestra grandeza (la epigenética nos afirma), reconocemos que ese trauma puede inmovilizarnos y neutralizar nuestros mejores esfuerzos. Reconocemos que hemos aprendido una historia distorsionada de nuestros ancestros negrxs y reclamamos un pasado digno y de grandeza. Criticamos procesos descolonizadores que solo enfatizan los procesos políticos y no los procesos que reconocen el genocidio cultural.

“Fortalecer el trabajo antirracista y descolonizador” se hace necesario como movimiento. Vemos como prioridad concebirnos como movimiento, gustarnos en algo, desarrollar una identidad colectiva, desarrollar madurez política (que implica un compromiso de crecimiento y reconocimiento del colonialismo/racismo internalizado) para atajar las intensas reacciones de derecha y la destrucción de nuestra matria.  

Creaciones del taller de elaboración de máscaras, Campamento para la formación de afrojuventudes. Fotos suministradas por Colectivo Ilé.

Cat 5: ¿Pueden hablar de sus vínculos y aliados comunitarios más significativos? ¿Cuáles han sido sus proyectos con mayor impacto? 

Colectivo Ilé tiene un magnífico historial de trabajo con organizaciones puertorriqueñas comprometidas a la transformación. Hemos trabajado con casi todas las organizaciones feministas de Puerto Rico (Revista étnica, Taller Salud, ProFamilia, Ayuda Legal, Espacios Abiertos, Coalición 8M, Matria, Coordinadora Paz para las Mujeres, Grito de los Excluídos, Comuna Caribe y muchas otras). No así con organizaciones políticas de izquierda, quienes se resisten a pensar que el racismo les es íntimo.

Igual hemos querido en Puerto Rico que se reconozca el colorismo, que haya unas admisiones saludables sobre la experiencia de ser más claro de piel, que se reconozcan los privilegios relativos de piel responsablemente. Que se entienda que todxs somos afrodescendientes, pero no todxs somos visiblemente negros y eso marca una gran diferencia en nuestros contextos raciales.

Cat 5: Uno de los proyectos importantes de Colectivo Ilé es el programa “Negras” en Radio Universidad. ¿De dónde vino la idea de tener este tipo de intervención pública? ¿Cómo ha sido la experiencia de contar con este programa semanal? 

El programa “Negras” surgió de una convocatoria abierta de Radio Universidad. Nuestra hermana Barbara Abadía Rexach nos hizo conscientes de ella e inmediatamente sometimos una propuesta, la cual fue aceptada. Bárbara lideró al Colectivo Ilé en este esfuerzo y desde hace tres años hemos podido realzar el trabajo de mujeres afrodesdendientes del archipiélago a la vez que promovemos la conciencia antirracista.

Cat 5: ¿Qué relación tienen con grupos en la diáspora? ¿Entienden que hay diferencias entre el trabajo antirracista que debemos hacer en la isla con el que se debe hacer entre las comunidades puertorriqueñas en los Estados Unidos? ¿Cuáles son?

El trabajo con nuestros grupos diaspóricos se ha hecho esencial, particularmente en momentos críticos de la nación puertorriqueña. Hemos superado cantidades de nociones y distorsiones que no permitían el desarrollo de alianzas importantes. La lucha de Vieques no hubiera sido posible sin el apoyo de nuestra gente radicada en los Estados Unidos. Durante el huracán María recibimos cantidades de bendiciones, tanto por la presión política como por la capacidad de hacer llegar lo necesario al archipiélago.

Imagen de texto de campaña sobre la afrodescendencia en el censo

 

Nuestra gente presente en universidades, organizaciones y grupos de activistas (independentistas y socialistas) se han hecho notar en los momentos críticos. Grupos como Defend PR, the National Organization of Sisters of Color Ending Sexual Assault, Hispanic Federation y Grassroots International han sido parte de los grupos con los que hemos trabajado en el pasado. En cuanto al trabajo antirracista pensamos que al igual que en Puerto Rico, hay mucho trabajo antirracista que llevar entre nuestra gente. El racismo antinegro es una constante. El concepto “latinidad” ha venido a representar lo más blanco de la experiencia latina. Quizás la gente puertorriqueña en los Estados Unidos se ve como “people of color”, pero eso no significa que el colorismo no está presente.  

Cat 5: ¿Cómo entienden que las múltiples crisis que ha atravesado la isla en las últimas décadas – la quiebra, la Junta de Control Fiscal, el huracán María, el COVID-19, los terremotos, entre tantos otras debacles sociales que hemos tenido que encarar como sociedad – ponen en manifiesto o alteran las dinámicas raciales y la discriminación en Puerto Rico? 

Las crisis y los procesos de devastación a los que hemos estado sometidos sin lugar a duda han traído nuevos estados de conciencia antirracista. No le ha quedado otro remedio a la gente que ver y notarse en el esquema racial. Notar cómo se nos mira como inferiores. No hay presunciones y está claro que el racismo ha estado presente en cada una de estas crisis. Hablar de la Ley PROMESA [the Puerto Rico Oversight, Management, and Economic Stability Act] nada más nos retrae a un estado de colonialismo atemporal y para algunas personas esto ha sido una sorpresa. Estamos inmersos en un proceso de crecimiento, madurez, definición y conciencia racial que ha llevado a los partidos tradicionales a repensarse o a destruirse (al perder relevancia histórica).


Cat 5:  El Colectivo Ilé cuenta entre sus miembras con una variedad de generaciones de mujeres puertorriqueñas. ¿Notan algunos cambios en lo que cada generación prioriza en la lucha antiracista? ¿Qué entienden cómo las tareas más urgentes que quedan pendientes para la nueva generación? 

Colectivo Ilé tiene la bendición de tener personas jóvenes entre sus miembras. Es gratificante como asumen los principios antirracistas, la reverencia ancestral, la necesidad de procesos intergeneracionales, el afirmarse como fuerza de cambio emergente…. Nuestras miembras jóvenes entienden el proceso de relevo generacional y lo asumen con la fuerza de su generación y el terreno fértil labrado por sus ancestros y generaciones previas.  Las nuevas generaciones de Colectivo Ilé se muestran hambrientas de procesos liberadores y dispuestas a superar la conspiración de amabilidad y silencio que venimos acarreando.  

Las nuevas generaciones de Colectivo Ilé pueden llevar a Puerto Rico a su próxima etapa de desarrollo, una donde se puedan trascender premisas básicas. Ya no hay que demostrar que el racismo existe. La pregunta entonces es cómo sanamos, cómo nos liberamos, cómo no se sofoca el dolor, cómo ocurre el entre-cuido.

Foto de miembras de Colectivo Ilé

Leave a Reply