Neopentecostales y neoliberales: entrelazamientos entre la derecha secular y la derecha religiosa

Manuel Rodríguez Banchs

Donald Trump en la Oficina Presidencial rodeado por pastores evangélicos

Aunque existen diferencias profundas con múltiples sectores y corrientes religiosas, los neopentecostales actúan como si su doctrina fuera la única, como si tuvieran el monopolio moral y religioso.

El sistema capitalista enfrenta una profunda crisis multidimensional que se manifiesta con algunos fenómenos que ya tienen una larga duración: crisis de las relaciones de producción, crisis ecológica, crisis del sistema de la deuda, crisis de legitimidad de gran parte de las instituciones gubernamentales, de los partidos políticos tradicionales y crisis del proyecto neoliberal. Todas las manifestaciones de la crisis tienen una dimensión global. La historia demuestra que las crisis del capitalismo aumentan la polarización social y política. Las manifestaciones de la crisis contribuyen a que la ciudadanía pierda confianza en las instituciones y en los partidos políticos responsables de las políticas que provocaron su situación.

En el terreno político surgen nuevas fuerzas, tanto a la izquierda como a la derecha del entorno actual. Al interior de las formaciones políticas de la nueva derecha se destaca una corriente religiosa, fundamentalista, corriente que – en el caso de Puerto Rico- también mantiene una fuerte influencia al interior de los partidos tradicionales hasta ahora hegemónicos, a saber, el Partido Nuevo Progresista y el Partido Popular Democrático. Esta corriente comparte un programa impulsado internacionalmente por este sector religioso cuya doctrina se ha identificado como neopentecostal y que influye cada vez más sobre el resto de las organizaciones de la derecha religiosa. El protagonismo de la derecha religiosas – y de las corrientes neopentecostales en particular – en los procesos políticos y electorales requiere ser analizado cuidadosamente para explicar las razones de su fuerza electoral. Aunque la religión siempre ha estado presente de una forma u otra en la política, el auge de las derechas fundamentalistas en el espacio público es un fenómeno que se ha venido expandiendo alrededor del mundo a partir de la década de 1980 y sus niveles de influencia sobre los procesos políticos son cada vez más peligrosos para los derechos y las libertades democráticas.

La expansión reciente de la derecha religiosa, en particular la ofensiva neopentecostal, es una amenaza inminente contra el carácter secular de las sociedades modernas [1]. Su intervención en la política electoral procura eliminar la separación formal entre Iglesia y Estado como parte de su agenda programática. Combina eficazmente el activismo religioso con el activismo político para influenciar con argumentos morales de carácter religioso la toma de decisiones y el desarrollo de las políticas públicas. Esta corriente posee medios de comunicación masiva – como emisoras de radio y televisión – y tiene una fuerte presencia en la web y en las redes sociales. También tiene presencia y mucha influencia en los medios de comunicación comercial, tiene portavoces en el comentariado secular. Aunque existen diferencias profundas con múltiples sectores y corrientes religiosas, los neopentecostales actúan como si su doctrina fuera la única, como si tuvieran el monopolio moral y religioso. Su influencia se sigue expandiendo porque además aprovechan la identidad compartida por la denominación genérica de “evangélico” para designar al cristianismo protestante. Pero además, el carácter unificador de sus campañas, emblemáticas para la derecha conservadora y fundamentalista – como la prohibición del derecho a al aborto, la defensa de las mal llamadas terapias de conversión, su embestida contra el matrimonio igualitario y otras iniciativas homofóbicas -, extiende la influencia de esta corriente a ciertos sectores del catolicismo.

II.

El origen de esta corriente se relaciona con el sector pentecostal estadounidense – en particular con el sector conocido como “carismático” – del cual tomó sus ideas centrales. Como el término “evangélico” se utiliza de manera general para identificar a diversas ramas del protestantismo a pesar de las profundas diferencias, los neopentecostales utilizan su amplia presencia mediática para imponer su agenda antiderechos en el debate en los medios – cristianos y seculares.

La creciente influencia del discurso neopentecostal en las campañas electorales de Estados Unidos y de América Latina y la capacidad de ese discurso para movilizar a grupos sociales cada vez más amplios, responde en cierta medida a que quienes integran esta corriente se identifica bajo “nomenclaturas generalizantes”, aunque pertenecen a iglesias cuyos credos son muy diferentes [2]. “Este no es un detalle menor. La fe no analiza estructuras, se entrega a las creencias que las sostienen. Pero estas estructuras obviadas por la fe, son las que edifican y sostienen sistemas económicos y sociales” [3].

Buchanan articuló una respuesta que permitió encubrir las verdaderas
motivaciones racistas […] De esa manera estructuraron respuestas a lo que
percibían como ataques del gobierno federal – y sus cortes – contra la libertad
individual.

El ascenso de las iglesias neopentecostales, tal y como las conocemos hoy, comenzó en la década de 1980. En esa década, durante las guerras de liberación nacional centroamericanas, se produjeron intensos entrelazamientos que impulsaron la práctica religiosa hacia el terreno político y militar. Un factor importante de ese desplazamiento hacia lo político y militar fue el papel que jugó la derecha secular estadounidense [4].

Una investigación de la historiadora Nancy MacLean revela el origen ideológico de lo que según la autora es la amenaza más poderosa y menos entendida contra la democracia: the attempt by the billionare-backed radical right to undo democratic governance [5]. Descubre además cómo se establecen los vínculos entre la derecha neoliberal y la derecha religiosa, a pesar de que la mayoría de este grupo de libertarios no era creyente. Según la autora, la Universidad de Virginia sirvió como laboratorio germinal para el proyecto de la derecha estadounidense. La chispa que motivó la inauguración de este proyecto fue la opinión del Tribunal Supremo de EE.UU. en el caso de Brown v. Board of Education [6], mediante la cual se declaró inconstitucional la segregación racial en las escuelas públicas. La opinión del Tribunal provocó la reacción del establishment en los estados del sur. Defender el carácter racista de la segregación no era tarea fácil, mucho menos para las élites académicas sureñas, igualmente indignadas por la decisión. Su salvavidas fue James McGill Buchanan, quien dirigía el departamento de economía de la Universidad. Buchanan articuló una respuesta que permitió encubrir las verdaderas motivaciones racistas. Así, surgió uno de los centros que desarrollaría una nueva escuela de economía política y filosofía social para enfrentar lo que consideraban como una “forma perversa de liberalismo”. De esa manera estructuraron respuestas a lo que percibían como ataques del gobierno federal – y sus cortes – contra la libertad individual.

Nettie Hunt junto a su hija frente a las escalinatas de la Corte Suprema de los Estados Unidos. Fuente: Getty Images

El proyecto dirigido por Buchanan consiguió financiamiento de diversas fuentes muy poderosas. La gesta de Buchanan no tuvo resultados inmediatos. Sin embargo, fue la semilla de iniciativas posteriores como las políticas públicas de recortes a los presupuestos en otras legislaturas estatales controladas por el Partido Republicano, como Carolina del Norte, Luisiana, Misisipi e Iowa y el desvío de esos fondos públicos a escuelas privadas, muchas de las cuales son operadas por organizaciones vinculadas a la derecha religiosa. 

La reciente decisión del Tribunal Supremo de Estados Unidos en el caso de Carson v. Makin, que anuló la prohibición que existía en el estado de Maine de usar fondos públicos para pagar becas en escuelas religiosas, y la orden de ese mismo foro dos años atrás en el caso de Espinoza v. Montana, para que escuelas religiosas en Montana fueran incluidas en los programas de becas financiados con fondos públicos, son frutos de ese esfuerzo. También surgen del mismo núcleo las iniciativas para suprimir la participación electoral y la campaña abierta contra el “Affordable Care Act”, proyecto de la administración Obama. En su investigación MacLean descubrió que aquel programa establecido por Buchanan en la Universidad de Virginia en 1956 – luego relocalizado en la Universidad George Mason – para resistir los avances incorporados por decisiones como las de Brown se convirtió en el centro de investigación y diseño de un proyecto mucho más audaz y de alcance nacional en Estados Unidos. Según MacLean, este es un proyecto que está directamente relacionado con el dominio de la rama judicial por la derecha, secular y religiosa.

Aquel proyecto iniciado en Virginia ya no se limitaba al adiestramiento de intelectuales para una batalla de ideas. El desarrollo del proyecto consistió en utilizar sus investigaciones en la formación de agentes para trabajar en las instituciones financiadas por grupos como los de los hermanos Koch y su amplia red de donantes multimillonarios, supuestamente distantes y separados, pero intrincadamente conectados. Entre los integrantes de esa amplia red se encuentran el Cato Institute, Heritage Foundation, Citizens for a Sound Economy, Americans for Prosperity, Freedom Works, the Club for Growth, the State Policy Network, the Competitive Enterprise Institute, the Tax Foundation, the Reason Foundation, the John Birch Society, the Leadership Institute, the Atlas Network y el America Enterprise Institute, the Charles Koch foundation [7] y Koch industries, entre otros [8]. Muchos profesionales fueron contratados y adiestrados para impulsar la transformación del sistema legal en su conjunto, para impulsar políticas públicas en las áreas de salud favorables a la industria de seguros, ataques contra el empleo público, combinadas con asuntos tan inconexos como la defensa del derecho a poseer armas [9]. Muchos otros fueron colocados en posiciones de asesoría para oficiales electos a todos los niveles y también colocaron a sus egresados en la judicatura en la esfera federal y en los estados, a todos los niveles. Se concebían como un ejército en guerra contra la perversidad liberal.

El principal mecenas del desarrollo de las estrategias formuladas por Buchanan fue Charles Koch. Pero sabía que las ideas que querían impulsar no tenían el apoyo necesario – peor aún, eran motivo de mofas en ciertos sectores – y por eso no resultaban muy persuasivas. Ninguna guerra puede ganarse si todos son generales y no tienen infantería. Sabían que necesitaban una base popular para poder triunfar. Por eso, vieron en la derecha religiosa la base que necesitaba su proyecto, a pesar de que muchísimos libertarios, incluyendo a Buchanan, eran ateos y menospreciaban a los creyentes. Los organizadores que movilizaban y agitaban a la derecha evangélica blanca como Jerry Falwell, Pat Robertson, Ralph Reed y Tim Phillips eran, además de líderes religiosos, antes que todo, empresarios, lo que les permitió hacer causa común con los neoliberales.

El entrelazamiento entre la derecha secular neoliberal y la derecha religiosa se materializó a través del financiamiento que las fundaciones de la red de “think tanks” hizo disponible para adelantar la agenda neoliberal que ahora incorporaba la ofensiva neopentecostal y sus ataques morales contra las libertades democráticas [10]. Esto coincidió con el aumento en la visibilidad, activismo y politización de la derecha evangélica estadounidense. La victoria de Ronald Reagan en 1980 se debió a este entrelazamiento, que incluyó el apoyo de la derecha religiosa para sacar al presidente demócrata Jimmy Carter – descrito como el presidente estadounidense más religioso – de la presidencia [11]. Durante la presidencia de Reagan, la guerra de los Contras para aplastar la revolución sandinista en Nicaragua le permitió a la derecha religiosa estadounidense avanzar su propia guerra; bajo el liderato de Pat Robertson la derecha evangélica blanca creó una especie de cruzada cristiana contra los demonios del comunismo que duró hasta la derrota electoral del sandinismo en 1989. La derecha evangélica estadounidense proveyó – además de misioneros, asistencia humanitaria y Biblias – armamento y mercenarios [12]. Esa cruzada inauguró el camino de la ideología de la “Guerra Espiritual”, cuyo foco se encuentra en los efectos políticos de una doctrina que lucha “contra los espíritus territoriales (“territorial spirits”) que dominan países enteros” [13]. El arsenal de la guerra espiritual fue reconocido, recibido activamente y utilizado como un arma “simbólico-religiosa” por las clases dominantes centroamericanas en sus ofensivas de contrainsurgencia [14]. 

Ninguna guerra puede ganarse si todos son generales y no tienen infantería. Sabían que necesitaban una base popular para poder triunfar. Por eso, vieron en la derecha religiosa la base que necesitaba su proyecto.

III.

Entre las características de la corriente neopentecostal se encuentran “la ideología de la prosperidad” como rasgo distintivo en el amplio ámbito de las iglesias evangélicas; el uso profesional del marketing – de la fe y la política – centrado en la idea de consumo y el performance religioso, y la utilización de la “idea del mal”, presentada como una lucha terrenal en su contra del lado del bien. De esta forma todo lo que se aparte de su idea del bien es condenado como demonios que se deben combatir: feminismo, derechos sexuales y reproductivos, la lucha contra el demonio político del comunismo y contra quienes defienden los derechos humanos y las libertades democráticas, contrarias a los preceptos neopentecostales [15].

Se trata de un componente ideológico introducido e impulsado por un sector de las iglesias protestantes en Estados Unidos y que se posiciona como la base doctrinal del capitalismo neoliberal.

Otra de las principales características de esta corriente que la distingue entre los sectores protestantes es el establecimiento de redes internacionales que fomentan el surgimiento de actores globales a través de la religión, pero de manera independiente [16]. Su énfasis en la ideología de la prosperidad y el uso del proselitismo mediático para lograr la incursión en la política, su retórica antisocialista, sus vínculos con la derecha sionista y su visión de la religión globalizada con una doctrina conservadora moral y socialmente también distinguen a esta corriente. Impulsa el “pastorado” de las mujeres y a la misma vez demoniza el feminismo, construye mega iglesias, utiliza el televangelismo [17] y recurre al espectáculo y al entretenimiento. Estos elementos han aparecido progresivamente, a partir de la década de 1980, al interior del protestantismo latinoamericano.

Un elemento adicional que distingue al movimiento neopentecostal de otras corrientes evangélicas es su práctica empresarial, basada en la ideología de la prosperidad. Bajo este nuevo modelo, la fe es comercializada como cualquier otra mercancía. Utiliza las más avanzadas técnicas de marketing en el desarrollo de empresas religiosas. La riqueza, el consumo y el trabajo dejan de ser cosas terrenales que desvían de la fe para convertirse en la mejor evidencia de la bendición de Dios. El dinero y la fe se combinan como parte de la fórmula salvadora. Desarrolla todo tipo de negocios en el cual juegan un rol fundamental la música, los espectáculos teatrales, los performances y el entretenimiento radial y televisivo. También han incursionado en el mercado de bienes raíces y tienen líneas cristianas de diversos tipos de productos. Se trata de un componente ideológico introducido e impulsado por un sector de las iglesias protestantes en Estados Unidos y que se posiciona como la base doctrinal del capitalismo neoliberal.

La oferta neopentecostal combina el cristianismo mercantil con el éxito individual basado en el discurso de la eficiencia neoliberal y en una moral conservadora. El cristianismo mercantil además concibe a la Iglesia como una empresa privada. Esta corriente predica también su integración al mundo globalizado y adopta los valores fundamentales del neoliberalismo [18]. El enriquecimiento individual constituye el objetivo final de la creación y el desarrollo de una empresa, negocio —o ministerio— religioso. Según el escritor y teólogo Leonardo Boff, el neopentecostalismo “es la religión del mercado, manipuladora e intransigente con otras” [19]. Los valores promovidos por ellos son los valores neoliberales: el individualismo, el culto al mercado, la reducción del estado y el gobierno, la normalización de la precariedad laboral presentándola como una condición transitoria, promoviendo el autoempleo y el emprendimiento como pasos en la ruta de la prosperidad. Siguen la doctrina de la derecha religiosa de Estados Unidos; por eso, la teología de la prosperidad neopentecostal se centra en el individuo, despreciando todo lo colectivo. También culpa a las personas empobrecidas de su pobreza como resultado de su separación de Dios. La teología de la prosperidad promueve una clara cultura de consumo, la acumulación de bienes materiales y el emprendimiento personal [20].

IV.

 El neopentecostalismo asume la política como una obligación social a partir de lo religioso. Desde esta perspectiva, las personas cristianas no solo están llamadas a interesarse en lo político – lo que ha provocado la militancia en los partidos ya existentes – sino que están obligados, como parte de su apostolado, a asumir el liderato de los cambios políticos para imponer los valores fundamentalistas. Mediante su performance religioso y su activismo político, los neopentecostales han conquistado importantes espacios de poder en Estados Unidos, en América Latina y el Caribe. En Estados Unidos el neopentecostalismo tuvo un protagonismo inédito en la investidura de Donald Trump [21]. Entre los principales referentes religiosos presentes en la toma de posesión de Trump se encontraba la pastora Paula White. White es una de las neopentecostales más influyentes de la televisión y una de las voces más reconocidas de la teología de la prosperidad. El pastor Samuel Rodríguez, presidente de la National Hispanic Christian Leadership Conference, se convirtió en el primer evangélico latino en participar de una investidura presidencial estadounidense. El preámbulo más importante de esa participación ocurrió en octubre de 2015 cuando varios televangelistas de mega iglesias estadounidenses, afines a la teología de la prosperidad, oraron públicamente extendiendo sus manos sobre Donald Trump, extendiendo sobre él la bendición neopentecostal. La relación de Trump con las corrientes neopentecostales que predican la teología de la prosperidad e impulsan la agenda y el discurso antiderechos era pública y muy visible y hasta cierto punto, una consecuencia lógica de la descomposición del imperialismo estadounidense en la etapa neoliberal [22].

El caso de Brasil quizás sea el más importante para el contexto latinoamericano. Michael Löwy, director de investigación emérito del Centre National de la Recherche Scientifique y profesor de la École des Hautes Études en Sciences Sociales en París, plantea que la combinación de diversos factores – incluyendo el apoyo del sector neopentecostal – permitió la victoria de Bolsonaro en Brasil: “la utilización masiva de fake-news, el apoyo de iglesias neopentecostales reaccionarias y la demagogia anticorrupción permitieron a un partidario de la dictadura militar (1964-85) ganar las elecciones” [23]. Según Löwy, la victoria de la extrema derecha fascista en Brasil “es parte de un proceso planetario de ascenso de la extrema derecha” [24]. Ese precisamente ha sido uno de sus logros más importantes en la región: la elección de Jair Bolsonaro precedida por el golpe parlamentario, impulsado también por el sector neopentecostal, contra Dilma Rousseff [25]. Otros ejemplos latinoamericanos son la victoria electoral en la elección presidencial de Guatemala de Jimmy Morales, comediante y pastor evangélico [26] y el giro a la ultraderecha del gobierno nicaragüense en manos de Daniel Ortega y de su esposa Rosario Murillo [27].

El neopentecostalismo asume la política como una obligación social a partir de lo religioso. Desde esta perspectiva, las personas cristianas no solo están llamadas a interesarse en lo político – lo que ha provocado la militancia en los partidos ya existentes – sino que están obligados, como parte de su apostoladoa asumir el liderato de los cambios políticos para imponer los valores fundamentalistas.

En Puerto Rico el neopentecostalismo también ha tenido avances muy peligrosos. Los neopentecostales del patio han sido precursores de este movimiento en América Latina y mantienen fuertes vínculos con los sectores de la región más reaccionarios socialmente [28]. Son muchos los ejemplos de la intervención cada vez mayor de este sector en los asuntos públicos y en la política del país. Lo hacen desde la perspectiva del bien luchando contra el mal y no son tímidos al declarar enemigos: todas aquellas personas que defienden los derechos humanos, la educación con perspectiva de género, el feminismo, la salud sexual, los derechos reproductivos, la equidad y la separación de Iglesia y Estado [29].

La dicotomía entre el bien y el mal les resulta muy útil para hacer política. Desde esa plataforma han pasado de ser promotores de activismo político a ser actores en las esferas de poder.

Jorge Rasche posa junto a Daniel Ortega y Rosa Murillo en Nicaragua. R.R.S.S

Este sector ha dirigido la oposición a importantes reclamos de justicia y de protección a los derechos humanos. Insisten en la penalización de la sexualidad, se oponen al matrimonio igualitario, impulsan el establecimiento de las oficinas de base de fe en las dependencias gubernamentales, proponen ilegalizar el aborto y practican las mal llamadas terapias de conversión [30]. Han logrado el nombramiento de jueces y otros funcionarios en posiciones claves y han elegido candidatas y candidatos que impulsan su agenda al interior de los partidos tradicionales como José Luis Dalmau, Albert Torres, Rubén Soto y Ada García Montes del PPD y Thomas Rivera Schatz, William Villafañe, Gregorio Matías y Keren Riquelme del PNP. En las elecciones del 2020 participaron con su propio partido político y lograron elegir a una representante y a una senadora. Esta última, a pesar de ser católica, se ha convertido en la portavoz neopentecostal del odio y el retroceso social. Muchos de los funcionarios públicos de la derecha religiosa utilizan sus posiciones – en las tres ramas del gobierno – para adelantar su ideología fundamentalista [31].

Mediante estas iniciativas se satura el espacio público con la agenda fundamentalista, la cual, coincide con la agenda neoliberal. Como gestores de los proyectos de privatización de servicios sociales – incluyendo la educación, utilizan también estos espacios públicos como plataformas de proselitismo político y religioso [32]. Su influencia hoy día no escapa a ningún sector. Un ejemplo de esto donde además se cristaliza el entrelazamiento entre la derecha secular y la derecha religiosa es la Junta de Control Fiscal, cuerpo en el cual coincidieron – por ejemplo – Andrew Biggs, portavoz del “think-tank” de la derecha neoliberal American Enterprise Institute y David Skeel, académico fundamentalista de la Universidad de Pensilvania (33).

V.

El cristianismo de la liberación tiene un papel esencial en la resistencia que empieza a desarrollarse aquí e internacionalmente. 

La amenaza principal contra nuestros derechos y libertades democráticas viene de la derecha religiosa – que asume el programa de la derecha secular y le da un carácter divino. Este sector fundamentalista es un poderoso actor político cuyo peso en el gobierno no posee ningún otro sector del país. Todo esto presenta posibilidades para el oportunismo populista de la derecha, secular y religiosa. Por un lado, los líderes de esta corriente son conscientes del poder que el voto de su feligresía representa para los líderes políticos y por otro, los líderes del bipartidismo también reconocen la importancia que cobra el voto de los seguidores de esas congregaciones. La creciente abstención electoral, la reducción del apoyo electoral al bipartidismo, los márgenes tan estrechos entre el partido que gana y el que pierde y la irrupción inusitada del partido Proyecto Dignidad han provocado que tanto líderes del Partido Popular Democrático como del Partido Nuevo Progresista asuman como propia la agenda reaccionaria, misógina, del fundamentalismo neopentecostal. En este nuevo escenario de descomposición de la política tradicional se conciertan iniciativas que desdibujan la línea que debe separar los asuntos del César de los asuntos de Dios [34].

La ex senadora Nayda Venegas posa junto a enmascarados armados en un actividad a favor de la candidatura de Donald Trump, 2020. R.R.S.S

Pero su influencia no se limita a sus seguidores, pues portavoces de otras corrientes asumen su discurso, como es el caso de la senadora Joanne Rodríguez Veve, portavoz del partido Proyecto Dignidad. Este sector está organizado internacionalmente y cuenta con el apoyo material de una amplia red de “think tanks” que le permite combinar eficazmente un programa socialmente reaccionario, económicamente neoliberal y políticamente antidemocrático [35]. Por eso, quienes defienden las libertades y las conquistas democráticas necesitan construir y estrechar vínculos con los sectores que resisten la ofensiva de la derecha – secular y religiosa – en otros países. 

Aunque la derecha religiosa cristiana se proyecta como portavoz del cristianismo, existen diversas corrientes religiosas cuyas doctrinas son contrarias al paradigma neoliberal y al programa neopentecostal, corrientes que reconocen en el cristianismo un potencial liberador. Para el cristianismo de la liberación la transformación radical de la sociedad y la liberación de los empobrecidos es un asunto determinante. Desde su inicio, según Löwy, “el cristianismo de la liberación plantea una visión mucho más radical desde el punto de vista de los explotados y oprimidos, de los pobres, de los negros e indígenas, de los trabajadores del campo y de la ciudad” [36]. 

Su perspectiva es la liberación para romper con las estructuras opresivas del sistema dominante. Para el cristianismo de la liberación “los pobres” son el sujeto histórico de la transformación radical de la sociedad, es decir, son los actores de su propia liberación [37].

El cristianismo de la liberación tiene un papel esencial en la resistencia que empieza a desarrollarse aquí e internacionalmente. El objetivo inmediato es la defensa de las libertades y las conquistas democráticas y la oposición a las medidas antisociales y anti-ecológicas del programa neoliberal. Existen a su vez, al interior de los movimientos de resistencia, corrientes cristianas que reconocen que para superar la situación actual es urgente combatir la raíz de todos estos males: el sistema capitalista. “Los cristianos de la liberación están y estarán sin dudas en el corazón de esta lucha, inspirados por los escritos de Leonardo Boff, de Frei Betto y de la encíclica Laudato si del Papa Francisco” [38].

Grupo metodista participa de Ricky Renuncia, marcha del 22 de julio de 2019.
Les Católicxs LGBTQ en la Parada de Orgullo el 5 de junio de 2022

Es urgente fomentar el desarrollo y el fortalecimiento de todas las estructuras de organización de los diversos sectores oprimidos y promover la más estrecha vinculación y solidaridad de todas las luchas liberadoras. Estrechar nuestros vínculos con los sectores religiosos progresistas y caminar juntos en la defensa y profundización de nuestras libertades es una tarea ineludible. Nuestras luchas deben apoyarse y fortalecerse mutuamente pues son parte de una misma lucha. Sólo mediante la unidad en defensa de nuestras libertades democráticas podemos combatir el retroceso que impulsan las nuevas caras de la vieja derecha. Sólo desde la unidad seremos capaces de extender la democracia al terreno económico, superar el capitalismo y construir una sociedad justa, democrática y secular en la que no haya espacio para el odio ni para la explotación.

Notas

[1] https://www.dw.com/es/democracias-en-la-tenaza-de-las-iglesias-neopentecostales/a-42522738

[2] https://www.celag.org/evangelicos-pentecostales-y-neopentecostales-de-la-fe-a-la-politica/

[3] Id.

[4] https://www.uni-bielefeld.de/einrichtungen/cias/publikationen/ensayos/Schafer_Las-sectas-protestantes-y-el-espiritu-del-(anti-)imperialismo.pdf

[5] Nancy MacLean, Democracy in Chains: the Deep History of the Radical Right’s Stealth Plan for America, Penguin: New York, 2018.

[6] 347 U.S. 483.

[7] La Fundación Koch confirma el entrelazamiento entre la derecha neoliberal, derecha neopentecostal y la derecha católica, según la página web “The Koch Foundation was established in February 1979, by Carl and Paula Koch. Carl Koch believed he was “just a steward of the finances given by God to use on His behalf. This belief inspired the commitment he and his wife made to establish the Foundation. The Koch Foundation continues to fulfill Carl Koch’s belief of supporting evangelization of the Catholic faith worldwide”. Ver https://www.thekochfoundation.org.

[8] Nancy MacLean, op. cit, pp.  54, 58-59, 68, 91, 99, 141, 174, 187.

[9] Roxanne Dunbar Ortiz, Loaded: A Disarming History of the Second Amendment, City Lights Books, 2018.

[10] Una de las organizaciones que facilitó este entrelazamiento entre la derecha secular neoliberal y la derecha religiosa fue John Birch Society, que fundó capítulos locales y proveyó fondos para colocar a sus militantes en las juntas de educación (boards of education) y en todo tipo de estructuras gubernamentales.

[11] https://www.nytimes.com/2018/04/26/books/review/jimmy-carter-faith.html.

[12] Roxanne Dunbar Ortiz, op. Cit, pp. 157-159.

[13]https://www.uni-bielefeld.de/einrichtungen/cias/publikationen/ensayos/Schafer_Las-sectas-protestantes-y-el-espiritu-del-(anti-)imperialismo.pdf.

[14] Id.

[15]https://www.elpais.cr/2019/01/28/avance-neopentecostal-en-america-latina-amenaza-derechos-alcanzados/

[16] Uno de esos actores globales es Agustín Laje, portavoz de la derecha internacional y cuya sede está en Argentina. Preside la Fundación Libre, financiada por Atlas Network. Se definen como “parte de esa ‘nueva derecha’ que se expande y posiciona cada vez con mayor fuerza en todo el continente, y que no teme reconocerse como tal. Integramos una alternativa que, con formación y decisión, pretende contrarrestar la ideología progresista hegemónica y el imperio de lo políticamente correcto mediante la defensa de la vida, la libertad, la tradición y la propiedad”. Ver https://fundacionlibre.org.ar.

[17] Televangelismo se refiere a el uso de la televisión para la transmisión de cultos, predicaciones y todo tipo de espectáculo religioso.

[18] Ver Nancy MacLean, op. cit.

[19] https://elpais.com/sociedad/2013/03/06/actualidad/1362604274_969271.html.

[20] https://www.celag.org/brasil-y-los-templos-de-la-derecha/

[21] https://misionerosdigitales.com/2017/09/los-guias-espirituales-trump/

[22] Sobre el fenómeno Donald Trump como consecuencia lógica del neoliberalismo y no como algo excepcional puede consultarse a Daniel Tanuro, Le moment Trump. Une nouvelle phase du capitalisme mondial, Éditions Demopolis, 2018; traducido al castellano como Frankenstein en la Casa Blanca, Trump y el interregno global, Editorial Sylone 2018 en coedición con Viento Sur.

[23] Id.

[24]https://vientosur.info/el-cristianismo-de-la-liberacion-se-ha-situado-abiertamente-en-el-campo-de-los/

[25] https://elpais.com/internacional/2018/10/07/america/1538930780_735803.html.

[26] https://www.prensalibre.com/opinion/de-actor-comico-y-pastor-evangelico-a-presidente/

[27]https://www.elpais.cr/2018/05/01/habra-algo-que-una-a-daniel-ortega-con-rony-chaves-y-fabricio-alvarado-ii/.

[28] Por ejemplo, Jorge Raschke es una de las voces que vergonzosamente ha defendido al gobierno Ortega-Murillo en Nicaragua. https://www.laprensa.com.ni/2018/06/09/politica/2432953-la-iglesia-evangelica-en-nicaragua-se-desmarca-del-pastor-puertorriqueno-que-llego-al-pais-apoyar-ortegahttps://www.noticel.com/vida/20130905/televisora-de-wanda-rolon-se-une-a-cadena-internacional-cristiana/

[29]https://www.elpais.cr/2018/05/01/habra-algo-que-una-a-daniel-ortega-con-rony-chaves-y-fabricio-alvarado-ii/

[30]https://periodismoinvestigativo.com/2021/07/iglesias-pentecostales-y-evangelicas-entre-las-instituciones-que-mas-realizan-las-terapias-de-conversion/

[31]https://www.noticel.com/ahora/juez-del-supremo-reclama-mayor-activismo-de-iglesias-en-los-tribunales/610533333

[32] http://periodismoinvestigativo.com/2012/11/la-mano-de-dios-en-el-gobierno/

[33] https://www.wsj.com/articles/god-puerto-rico-and-bankruptcy-law-11615506219.

[34]https://www.noticel.com/ahora/tribunales/juez-del-supremo-diserta-sobre-libertad-religiosa-en-iglesia/1060434403https://www.primerahora.com/noticias/puerto-rico/notas/alcalde-de-ciales-decreta-40-dias-de-ayuno-y-oracionhttps://www.elnuevodia.com/noticias/locales/notas/el-municipio-de-fajardo-inicia-40-dias-de-ayuno-y-oracion-pero-expertos-aseguran-que-es-inconstitucional/

[35]https://theintercept.com/2017/08/09/atlas-network-alejandro-chafuen-libertarian-think-tank-latin-america-brazil/

[36]https://vientosur.info/el-cristianismo-de-la-liberacion-se-ha-situado-abiertamente-en-el-campo-de-los/

[37] Ver Samuel Silva Gotay, El Pensamiento cristiano revolucionario en América Latina y el Caribe: Los orígenes de la Teología latinoamericana de liberación, Publicaciones Gaviota, 1981.

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