Algunas lecciones de On Tyranny de Timothy Snyder

Carmen Luisa González

Foto R.R.S.S.

Introducción

On Tyranny. Twenty Lessons from the Twentieth Century, de Tymothy Snyder, cuenta con dos ediciones: la primera en formato de libro de bolsillo, del 2017, y la segunda, del 2021, con ilustraciones. La intención general del autor es alertar al público sobre la fragilidad constitutiva de las democracias (desde su origen en la antigua Grecia) y la vulnerabilidad de estas a ceder a la tiranía. En las democracias liberales contemporáneas, esas amenazas tienen sus particularidades.

Me atrevo a sugerir que Snyder decide usar el concepto de tiranía (que viene de las democracias antiguas) porque es neutral y le sirve para hablar de un nuevo fenómeno político mundial que aún no tiene nombre, y que viejas categorías tales como fascismo, populismo y nacionalismo no nos ayudan a comprender. Rusia, Hungría y Turquía son ejemplos concretos de ello. Otros países como Estados Unidos, Francia y España son ejemplos, muy distintos entre sí, del auge actual de las llamadas derechas conservadoras que impulsan políticas anti-democráticas que posibilitan la tiranía.

Lo mejor de este libro es su accesibilidad gracias a su estructura de manual o de guía para combatir la tiranía. ¿Cómo combatir esta amenaza de hoy? Snyder sugiere que la historia del siglo XX nos ofrece 20 lecciones para lograrlo. Escogí para esta reseña aquellas que me parecen más relevantes y que, a mi juicio, mejor recogen la intención del autor.

Portadas de “On Tyranny”

Algunas de las 20 lecciones de Snyder

#1. No obedezcas por anticipado.

Snyder dice que la obediencia anticipada es una tragedia política. Ofrece varios ejemplos históricos. Yo me voy a detener en uno de ellos. En 1938, cuando el régimen nazi anexó a Austria, fue la obediencia anticipada de los austriacos al proyecto racial nazi la que decidió el destino de los judíos. Al autor se le olvida mencionar que los austriacos que obedecieron lo hicieron porque eran anti-judíos y se sentían parte de la nación alemana. De hecho, ya antes de la anexión el Partido Nazi estaba organizado en Austria. Esa obediencia, entonces, responde a una afinidad ideológica con el nazismo. La obediencia es resultado de lo que Hannah Arendt llama la incapacidad de pensar característica de las sociedades de masa en las cuales sus miembros no tenemos el tiempo ni la disposición para pensar en lo que hacemos ni en sus consecuencias. Arendt dice que el pensar es la capacidad del ser humano de distinguir lo bueno de lo malo en el mundo que compartimos con los otros. De ahí la banalidad del mal, expresión que utilizó Arendt para intentar comprender las actos criminales del líder nazi Adolf Eichmann. En su reporte sobre el juicio de Eichmann en Jerusalén, dice que el acusado no era un monstruo y tampoco mostraba ninguna convicción ideológica sólida. Para Arendt, su conducta en el juicio mostraba una auténtica incapacidad para pensar. Eichmann respondía al interrogatorio con argumentos superficiales y repetía que sólo había obedecido órdenes.

#2. Defiende las instituciones.

El autor nos advierte que no podemos confiar en que los gobernantes protejan las instituciones democráticas. Las instituciones están siempre amenazadas, desde adentro o afuera, por la burocracia, por el dominio de los partidos políticos y por la incapacidad de transformarse a tono con los tiempos.

Los derechos democráticos hay que defenderlos todos los días, es lo que Thomas Jefferson llamó “la eterna vigilancia”. 

En los Estados Unidos la institución de la presidencia ha sido amenazada varias veces. Por ejemplo, por Richard Nixon en los 1970 con el escándalo de Watergate, y recientemente por Donald Trump. Este último denunció sin pruebas, solo con especulaciones y mentiras, al sistema electoral (otra de las instituciones democráticas fundamentales), reclamando que le habían robado las elecciones. Como parte de ese reclamo, el presidente Trump agitó a sus seguidores y los convocó a que atacaran el Capitolio, que representa el poder legislativo, otro pilar de la democracia.

El Tribunal Supremo es otra institución amenazada. Virginia Thomas, esposa del juez Clarence Thomas y activista política de derecha, ejerció presión sobre el Jefe de Gabinete de Casa Blanca, Mark Meadows, durante las semanas posteriores a la elecciones presidenciales de 2020 para que no abandonara sus esfuerzos de anular el resultado de estas. Lo más alarmante es que, durante este periodo, Trump y sus ayudantes proclamaron que le iban a solicitar a la Corte Suprema que cancelara el resultado de las elecciones. Cuando la prensa hizo públicos los correos electrónicos de Virginia Thomas a la Casa Blanca, el comité del Congreso que investigaba el ataque del 6 de enero del 2021 le solicitó su cooperación con la investigación. Algunos miembros del comité piensan que se debe emplazar a Virginia Thomas para que testifique.

#3. Cuidado con el estado de partido único.

Snyder dice que es crucial apoyar un sistema multipartidista y respetar las reglas de las elecciones democráticas. Debemos recordar que los derechos democráticos hay que defenderlos todos los días, es lo que Thomas Jefferson llamó “la eterna vigilancia”. Esa es la lección que no podemos olvidar de la historia de las democracias europeas del siglo XX que desaparecieron gracias a una combinación de elecciones y golpes de estado, como fue el caso de la Republica de Weimar en 1932.

En el caso de los Estados Unidos, donde históricamente ha existido la tendencia hacia una baja participación electoral, es esencial promoverla para fortalecer la democracia. Además, al presente es particularmente necesario luchar en contra de los intentos de los sectores más conservadores del país por controlar la participación electoral mediante leyes o reglamentos que hacen más difícil que los ciudadanos ejerzan su derecho al voto. Entre el 1 de enero y el 7 de diciembre de 2021, al menos 19 estados aprobaron 34 leyes restrictivas. Esta ola ha continuado en el 2022, cuando a principios de enero ya se habían radicado 13 proyectos de ley de este tipo en 4 estados (Brennan Center for Justice, Jan 12, 2022). Los ciudadanos más afectados por estas nuevas restricciones son los afroamericanos, los hispanos y los envejecientes.     

#4. Asume responsabilidad por el aspecto del mundo.

Gracias a nuestra condición humana, todo lo que hacemos tiene efectos sobre los otros. Por ello, Snyder nos dice que debemos estar alertas a todas las representaciones y símbolos de odio contra los demás. A veces, algunos símbolos de identidad que se usan para afirmarlas, o como signo de orgullo de estas (por ejemplo, las banderas), pueden también ser signos de exclusión; aquel que no los usa o los rechaza puede considerarse sospechoso o enemigo.

Imagen de Tere Marichal, Diseño preliminar para el cuento sobre Ruby Bridges.

#5. Recuerda la ética profesional.

Todo funcionario público debe tener un alto sentido ético. Tiene que comprender que no representa los intereses de los grupos políticos que dominan el estado, sino que representa los intereses de la comunidad. El bien común está por encima de cualquier otra consideración. Los regímenes autoritarios necesitan gente que siga órdenes sin cuestionarlas y cuyo convencimiento ideológico sea mas fuerte que cualquier principio ético. El régimen nazi es el ejemplo más contundente de ello en el siglo XX. Muchos de los criminales nazis juzgados reclamaron en sus testimonios que “solo seguían órdenes”. Los abogados nazis vinculados al régimen fueron capaces de crear un estado de derecho al servicio de la raza y la nación. La ley era ley porque servía al régimen. Hannah Arendt decía que Alemania cambió el ¨no matarás” por el ¨matarás¨, que le dio fin a la función civilizatoria del derecho en el mundo humano.

#6. Desconfía de las fuerzas paramilitares.

El autor hace un llamado de alerta sobre el surgimiento de las fuerzas para-militares o de cualquier grupo armado que apoye a un líder o una ideología. Estos grupos suelen reclamar su derecho a la violencia frente a la incapacidad del estado de imponer la ley. Los estados tienen el monopolio de la violencia, pues es lo que hace posible que se cumpla la ley y, por lo tanto, que la convivencia sea posible. Por otra parte, las instituciones democráticas y los ciudadanos deben estar alertas para que el uso de la violencia por el estado no sea excesivo.

En los Estados Unidos, por diversas razones (entre ellas, el derecho constitucional a portar y usar armas), el monopolio de la violencia por el estado siempre ha estado amenazado. Durante la presidencia de Trump proliferaron grupos armados de todo tipo en su apoyo, tales como los Proud Boys y los Oath Keepers. Fueron estos grupos los que atacaron con armas al Capitolio el 6 de enero de 2021, con el reclamo de que Trump había ganado las elecciones y que había que impedir que el presidente electo, Joseph Biden, fuera confirmado. Snyder nos recuerda que Trump, cuando era candidato y luego como presidente, siempre tenía seguridad privada que se encargaba de expulsar de los rallies a sus oponentes, incluyendo a periodistas. En la historia de los Estados Unidos ningún candidato ni ningún presidente ha hecho lo que Trump.  Las consignas de Trump apelaban a las emociones (afectividad) de sus seguidores y a la animosidad contra sus oponentes. Estrategias típicas de los viejos fascismos y populismos del siglo XX.

Los regímenes autoritarios necesitan gente que siga órdenes sin cuestionarlas y cuyo convencimiento ideológico sea más fuerte que cualquier principio ético.

#7. Sé reflexivo si es que tienes que ir armado.

Snyder interpela a los miembros de las fuerzas de seguridad del estado a reflexionar sobre sus funciones y el uso de la violencia. Utiliza como ejemplo a los estados totalitarios del siglo XX y las atrocidades que cometieron sus fuerzas policiacas y de seguridad.

Debemos recordar que todo estado moderno, no solo los gobiernos autoritarios, tiene fuerzas policiacas especializadas (anti-motines, guardia nacional, ejércitos, policía secreta y organismos de inteligencia que existen para imponer el orden) y que muchas veces actúan más allá de los límites que les impone el derecho. En los últimos años, la violencia policiaca ha crecido en los Estados Unidos, y la mayoría de las víctimas son afroamericanas. El racismo atraviesa todas las esferas de la cultura y las instituciones de los EEUU. Los movimientos políticos, como Black Lives Matter, son esenciales para ejercer la presión necesaria a fin de contener la violencia racista en los Estados Unidos y en otros lugares del mundo. También son importantes las luchas políticas para reformar o cambiar leyes discriminatorias y el sistema jurídico penal.

Marcha. Foto de Marco Allasio

#8. Desmárcate del resto y #14. Consolida tu vida privada.

En la número 8 el autor recomienda que hagamos siempre lo inesperado, aquello que la mayoría de la gente no haría. Para Hannah Arendt la acción es la única actividad que muestra la capacidad humana de hacer lo absolutamente inesperado y, por lo tanto, nuevo. Actuar es la actividad política por excelencia, es imposible en el aislamiento, solo se puede dar en presencia de los otros.  La capacidad humana de hacer lo inesperado es posible porque cada ser humano es único y singular. La singularidad es posible si la vida privada y la vida pública se mantienen como esferas diferenciadas. Por esto, el autor recomienda consolidar nuestra vida privada, pero si desaparece la esfera pública, desaparece aquello que nos une y nos agrupa como singularidades. En la modernidad, el auge de la sociedad del trabajo ha ido borrando la diferencia entre la vida pública y la vida privada, y surge la sociedad de masas.

En la número 14, Snyder nos recuerda que Arendt define al totalitarismo como la total desaparición de diferencia entre estas dos esferas de la vida humana. Los medios digitales han acelerado esta tendencia moderna pues hacen posible la exposición virtual de todo de forma casi pornográfica. No necesitamos un panóptico que nos vigile desde afuera, hoy día todo el mundo vigila a todo el mundo de la forma más eficiente en la historia y nos parece inocente y divertido.

En el mundo actual la mayoría vivimos enredados en la hipercomunicación digital que destruye el silencio que necesitamos para reflexionar y poder actuar. Byung-Chul Han propone que ese ruido sin sentido adquiere rasgos totalitarios pues impide la formación de un contrapoder que cuestione el orden establecido. En las redes, la gente tiende a repetir sin límites lo mismo, y a aquel que diga algo distinto no se le escucha o se le persigue.

#10. Cree en la verdad y #11. Investiga.

En la lección número 10, Snyder comienza diciendo que abandonar los hechos es abandonar la libertad. Utiliza como referencia los cuatros modos en que muere la verdad en el fascismo según fueron desarrollados por el intelectual alemán y sobreviviente del nazismo Victor Klemperer. El primer modo se refiere a cómo las mentiras comienzan a presentarse como hechos. Esto produce una suerte de realidad alterna. El Washington Post Fact Checker reportó que durante su presidencia Trump enunció 37,537 falsedades. El segundo modo es la repetición sistemática de mentiras, clichés, etc., que tiene el efecto de convertir lo ficticio en verosímil y hacer deseable lo criminal. Por ejemplo, la consigna ¨Lock her up¨ en referencia a Hillary Clinton se convirtió en norma en los mítines de Trump, como si fuera un objetivo central de su programa. El tercer modo es el uso de planteamientos y propuestas contradictorias. Trump prometía reducir los impuestos, eliminar la deuda nacional y aumentar el gasto público en políticas sociales y militares. Esa estrategia populista es muy peligrosa porque funciona. En Puerto Rico muchos políticos de todas las ideologías prometen repetidamente sacar a la Junta de Control Fiscal, no pagar la deuda, no reducir las pensiones, dar más recursos a los municipios, y aumentar los salarios de los empleados públicos. El pensamiento mágico en su plena expresión. El último modo de acabar con la verdad es apelar a la fe. Se generaliza la fe en los líderes con rasgos populistas y tiránicos, sea el Führer, el presidente o el comandante. Estos se convierten en omnipotentes y omnisapientes. Estoy de acuerdo con Snyder en que la pos-verdad es el pre-fascismo. Muchos no confían en las instituciones ni en el conocimiento y buscan respuestas a sus problemas en líderes que prometen soluciones simples.

Tristemente en todas las sociedades contemporáneas las teorías conspirativas, las opiniones sin fundamento, la distorsión deliberada de la realidad y las mentiras se riegan como pólvora. La gente se pregunta qué es la verdad, pues todo adquiere la fuerza de la verdad.

La recomendación número 11 de Snyder es el mejor antídoto contra esta tendencia: investiga, lee y piensa. La verdad se nos escapa en el mundo actual, donde lo que opera es la indistinción y la indiferenciación. Todo tiene el mismo valor y ocupa el mismo lugar. Las opiniones no informadas adquieren el mismo valor que la ciencia. El ejemplo más contundente son las discusiones sobre las vacunas del Covid-19. Las opiniones de los anti-vacuna son igualmente valoradas que las conclusiones de la investigación científica. Si no se pueden hacer distinciones y establecer jerarquías es imposible observar y pensar. Baudrillard lo llama ¨la muerte del pensar¨.

El último modo de acabar con la verdad es apelar a la fe. Se generaliza la fe en los líderes con rasgos populistas y tiránicos, sea el Führer, el presidente o el comandante. Estos se convierten en omnipotentes y omnisapientes. Estoy de acuerdo con Snyder en que la pos-verdad es el pre-fascismo.

Hoy es imperativo crear nuevas herramientas que nos ayuden a pensar, describir y comprender nuestro mundo, evitar los lugares comunes y las explicaciones simples que se repiten ad nauseam en la comunicación digital. El libro de Snyder nos estimula a pensar la actualidad desde el referente conceptual de la tiranía y no perder de vista la amenaza que se cierne sobre todos nosotros. Sin embargo, el autor no aborda en detalle la relación entre el racismo y la xenofobia con el auge de ciertas expresiones contemporáneas de autoritarismo. Por lo tanto, tampoco hace una recomendación esencial para combatir la tiranía: ser hospitalarios y solidarios con los otros.

Textos citados

Arendt, Hannah (1993), La condición humana. Barcelona: Paidós.

                               (1994), Eichmann in Jerusalem. A Report on the Banality of Evil. NY: Penguin.

                                (1995), De la historia a la acción. Barcelona: Paidós.

Baudrillard, Jean (2008), El pacto de la lucidez o la inteligencia del mal. Buenos Aires: Amorrortu Editores.

Han, Byung-Chul (2014), En el enjambre. Barcelona: Herder.

Snyder, Timothy (2017), On Tyranny. Twenty Lessons from the Twentieth Century. New York: Tim Duggan Books.

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