Galería de arte afropuertorriqueño contemporáneo: muestra de obras recientes

Curadoría e Introducción:                                          María Elba Torres

Organización conceptual y colaboración:  Agnes Lugo-Ortiz

Damaris Cruz, “Damalola”, Detalle del Mural Las Hermanas Teissonniere (2016)

Introducción

Esta pequeña muestra de jóvenes artistas que trabajan el tema de la afrodescendencia en las artes plásticas puertorriqueñas nos permite afirmar que todes elles tienen el reloj muy bien sincronizado con la hora actual. Sus trabajos, como los de muches otres artistas del continente americano y del Caribe en el presente, forman parte de una amplia gama de miradas dirigidas a la autodefinición racial del hemisferio y a manifestar orgullo en las respectivas afro-ancestralidades. De hecho, esta muestra debería enmarcarse en el Decenio de los y las Afrodescendientes proclamado por las Naciones Unidas (2015-2024). 

No obstante, sería absurdo pretender, aun con todas sus reivindicaciones, que esta producción pudiera arrinconarse únicamente en la categoría de una expresión cultural correspondiente a “sectores marginados” (y muchas veces folclorizados), sustrayéndola de la formación de la cultura puertorriqueña en su sentido más amplio y escurridizo. Es preciso recordar que, desde décadas atrás, con las experimentaciones de las Vanguardias, colapsó la separación entre las Bellas Artes (nominalmente pertenecientes a la alta cultura) y la cultura popular. La inestabilidad y desobediencia estéticas que caracterizan gran parte de la plástica afropuertorriqueña actual se han ido diluyendo en una serie de propuestas artísticas eclécticas y múltiples. En este sentido, la recuperación y la afirmación de la afrodescendencia entre estes jóvenes artistas se asumen desde reflexiones particulares, y en el buen manejo (específico) de los materiales, sin adquirir la forma (vanguardista) de un movimiento. Sin duda, estas propuestas visuales buscan descolonizar una mirada única sobre la cultura nacional. Esto, sin embargo, se expresa no tanto desde la resistencia como desde la re-existencia, en otros imaginarios del ser y del existir. Parecería que en nuestra historia como colonia se hubiera dejado muy lejos la reflexión sobre estos temas, pero este arte, por el contrario, parecería decir que todavía hay mucho qué hablar sobre ello, aunque de maneras otras.

En esta muestra se deja ver cómo estes jóvenes artistas, que se autoidentifican con la cultura afropuertorriqueña, se han dado al exorcismo de lo negado, recurriendo a diversos medios y expresiones visuales. Habría que documentar sus obras para dar mayor permanencia al trabajo realizado. Esta muestra es un pequeño esfuerzo en esa dirección. El acto de conservación nos llevaría a preguntarnos: ¿cómo nos vemos les afroboricuas y cómo nos ven? ¿Cómo nos imaginamos, cómo nos hacen creer qué somos, cómo nos adornamos? ¿Cómo nos expresamos desde lo visual, desde sus diversas formas, sean éstas industriales, tradicionales, tecnológicas (fotográficas, analógicas, digitales), o desde las artesanías o las llamadas “bellas artes”, y también desde lo efímero y perecedero? ¿Hemos logrado una contranarrativa ante las estéticas eurocéntricas? ¿Habrá existido, o existe, desde de entre tanta variedad, una estética afroboricua? 

Hoy día dialogamos desde la diversidad y los posicionamientos de nuestros afrosaberes, sean estos tangibles o intangibles, bidimensionales, tridimensionales, performativos, digitales, espirituales o gastronómicos. Sospechamos que para responder a esas preguntamos debemos comenzar a rescatar lo negado. ¿Y qué fue lo negado? ¿La voz, la desaparición de gran parte de lo producido en siglos pasados por no cumplir con la estética eurocéntrica—razón por la cual hoy contamos con tan pocos objetos que den cuenta de lo que una vez fue? Es hora de hablar de nosotres por nosotres mismes.

Esta muestra quiere hilvanar, a través de diversos medios, la presencia viva de las aportaciones plásticas de les afroboricuas. Cuatro temas la organizan: 1) Las máscaras de la tradición; 2) Entre el suelo y el cielo; 3) Íconos; y 4) La identidad por los pelos. Su hilo conductor es el de una cultura visual presente, heredera de modos de invisibilización eurocéntrica y guiada por la voluntad de producir una historicidad plástica propia desde un marco que nos apele como caribeñes.  

Les artistas que aquí presentamos son (en orden de aparición):

  1. Juan Pablo Vizcaíno Cortijo
  2. Damaris Cruz, “Damalola”
  3. Rogelio Báez
  4. Deyaneira Lucero Maldonado Ramírez
  5. José Arturo Ballester
  6. David, “Don Rimx”, Sepúlveda
  7. Garvin Sierra Vega
  8. Maribel Canales Rosario
  9. Nitzayra Leonor
  10. Violeta Vani
  11. Zuania Minier

MUESTRA DE OBRAS RECIENTES

I. Las máscaras de la tradición

Juan Pablo Vizcaíno Cortijo

Javier, Macha y Sasha

Fotografía en zinc.

s/f

Javier, Macha y Sasha, tres propuestas de Juan Pablo Vizcaíno Cortijo (n. Santurce, 1978; criado en Loíza), refieren a un entorno y a una territorialidad específica: el pueblo de Loíza Aldea. Los vejigantes que nos presenta Vizcaíno Cortijo simbolizan la persistencia de una tradición, pero están en función de la afirmación y la re-existencia dentro de otro medio de circulación visual. Con una propuesta trans, aquí se re-inventa al vejigante con el propósito de sacar al objeto del confinamiento de “lo folclórico”. Propone un carácter mucho más amplio y complejo tanto del significado como del significante. Los sujetos/modelos que aparecen en las obras son activistas antirracista y antidiscrimen en Puerto Rico. Cada vejigante es distinto y su funcionalidad se elabora ennobleciendo los materiales. La labor de preparar el soporte metálico sobre el cual imprimir y pegar la foto conlleva un trabajo manual, cual si fuese de un alterado taller de herrería, apoyado por nuevas tecnologías, para construir piezas bidimensionales con un contenido popular. Entre la materialidad de las planchas de metal mohosas y las imágenes propias del carnaval, Vizcaíno Cortijo enlaza las artes populares, las artes plásticas oficiales y los oficios manuales ejercidos por les afrodescendientes cuando estábamos esclavizados y hasta hoy. 

II. Entre el suelo y el cielo

Damaris Cruz, “Damalola”

Mural “Las Hermanas Teissonniere”


Calle Buenos Aires, Barrio Bélgica, Ponce 

(2016)

Damaris Cruz Ramos, “Damalola” es “artista, amante de las plantas y egresada de la Universidad de Puerto Rico. Sus murales en espacios citadinos ruinosos, afiliados al proyecto “Santurce es Ley” de a mediados de la pasada década, le generaron reconocimiento en el mundo del arte. En la actualidad ha seguido trabajando su estética mural sobre la superficie de antiguas casas abandonadas, en el bosque, en espacios ignorados de las ciudades de la isla, borrando los límites entre el mural y el entorno público. Su estilo de arte callejero, como el que se muestra aquí, se basa en el collage de medios mixtos sobrepuestos a emplastes de páginas amarillas sacadas de las guías telefónicas y fotografías—lo que ha devenido su “marca registrada”—, trabajando con el tema de la nostalgia, el desuso, el sentimentalismo del kitsch tropical, las creencias y las prácticas de la vida cotidiana. En Damalola, el honrar honra. Le dedica esta pieza artística a unas de las figuras importantes en su educación: las maestras y hermanas Teissonniere. Este trabajo es un parafraseo afromoderno de la obra dedicada al Maestro Rafael Cordero por Francisco Oller. 

Rogelio Báez

1986 Santurce, de la serie “De Memoria” 

Óleo, cera de abeja y pigmento en polvo de oro sobre lienzo (2022) 

Colección de Ignacio López y Laura Guerra 

Pintor, escultor y creador de instalaciones, en el año 2005, Rogelio Báez obtiene un Bachillerato en Artes Visuales de la Universidad del Sagrado Corazón. Luego estudiaría pintura en la Escuela de Artes Plásticas de San Juan. En esta obra, el título nos ubica en el espacio que motiva la pieza, Santurce. Es el nombre que le impuso el conde de San José y de Santurce a uno de los poblados fundado por esclavos negros libertos más antiguos de San Juan. Si bien se retiene el nombre del lugar en el título de la obra, el movimiento de la figura –una sombra– sugiere que su población se transformó en otra cosa. Rondan aún en ella, en sus espacios urbanos y clasemedieros, sus antiguos habitantes. Sus figuras abandonadas existen sonámbulas con unos munícipes que no la conocen y que cada vez se alejan más de su fundación.

Deyaneira Lucero Maldonado

Entre el cielo y el suelo 

Acrílico sobre vaina de penca, palma de coco.

(2020)

Nacida en Caguas, Deyaneira Lucero Maldonado Ramírez es estudiante del Recinto de Humacao de la Universidad de Puerto Rico, fotógrafa y pintora. En su obra Entre el cielo y el suelo, desarrollada para el programa de Estudio Independiente del Museo de Arte Contemporáneo de Puerto Rico (MAC), encontramos lo que llamaríamos una arquitectura artesanal, un andamiaje humilde soportado por una yagua. Su estética juega con los íconos de la negritud en Puerto Rico, de Loíza y otros pueblos, con tradiciones ancestrales que han sido demonizadas por sus procedencias y sus oficios de siglos, ennobleciendo los materiales. De su trabajo con la figura de la máscara, Deyaneira dice que en este proyecto buscó entablar una conversación entre “la comunidad humana y lo divino. Nuestros ancestros utilizaban las máscaras para poner orden, interrogar asuntos de violencia, pueden juzgar, castigar y perdonar”. Ante las desigualdades e incertidumbres del mundo, en una aparente paradoja, las máscaras son portadoras “de la verdad”.

José Arturo Ballester

Tablero IKA 

Medio Mixto

(2021)

Nacido en el pueblo de Adjuntas en 1967, y entrenado en Puerto Rico, José Arturo Ballester se identifica a sí mismo como un “jíbaro” afrocaribeño de la montaña. Tablero IKA (que es uno de una serie de tres) nos provoca la búsqueda y la investigación del lugar de pertenencia de los objetos que se representan. ¿A qué aluden? De más está decir que es la mística espiritual que nos convoca, ofreciéndonos confianza y certeza, hablándonos de destinos y posibilidades. Son estos tableros la expresión visual-filosófica del misterio del origen y de nuestro fin, los seres humanos con su devenir. Son manifestación de nuestra pertenencia afroantillana y sus cosmogonías, de nuestros afro saberes. La circularidad de los artefactos nos posiciona frente a aquellos que los trabajan con sus manos en continuo movimiento para con sus oráculos ofrecer un camino hacia el destino.

III. Íconos

David, “Don Rimx”, Sepúlveda

El Nazanero me dijo que cuidara a mis amigos.

Calle Calma-Ismael Rivera

s/f

Nacido en San Juan, y criado en el Residencial Nemesio Canales, David “Don Rimx” Sepúlveda, estudió en la Escuela Superior Central y en la Escuela de Artes Plásticas, dedicándose al arte urbano en diversos medios: muralismo, lienzos, tatuajes, trabajos en papel…  Desde el año 2009 es residente en Brooklyn. En esta obra se rescata a un ícono musical de Puerto Rico, un héroe de la cultura popular: el Sonero Mayor, Ismael Rivera. El título nos lleva a la famosa canción del cantante en un asunto que implica el concepto africano Ubuntu, soy porque somos: el acuerdo con la colectividad, el cuido del uno con la comunidad. 

Garvin Sierra Vega

Roberto Clemente, el 21 

Serie Memorias

Cartel digital publicado en Instagram

(c. 2021)

Garvin Sierra Vega

Majestad Negra, Jasmine Camacho-Quinn 

Serie Memorias

Cartel digital publicado en Instagram

(c. 2021)

Ponceño (n. 1977), Garvin Sierra Vega posee un Bachillerato en Bellas Artes con concentración en Escultura y Artes Gráficas de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras. Tiene una vasta producción en escultura, grabado y medios digitales. Sus carteles, popularizados muy especialmente en torno a los eventos del Verano del 2019, lo afilian a la rica tradición del arte público puertorriqueño, ahora por medio de Instagram. Los que aquí se muestran celebran a dos íconos afropuertorriqueñes: el inolvidable astro del béisbol Roberto Clemente, emblematizado por el legendario número 21 de su uniforme, y la corredora Jasmine Camacho-Quinn, tras su victoria en las Olimpiadas del 2020 en Tokí

IV. La identidad por los pelos

Maribel Canales Rosario

La bella durmiente

Acrílico con collage y bolígrafo

(2020)

Maribel Canales Rosario

Despierta

Acrílico con collage y bolígrafo

(2021)

Egresada de la Escuela de Artes Plásticas de Puerto Rico, en donde hizo su bachillerato con especialidad en pintura, Maribel Canales Rosario dice que obra trata “sobre mí como mujer negra puertorriqueña, mi entorno, lo que me afecta y mis vivencias”. En sus collages y pinturas quiere presentarse tal cual. Se mira y se remira, se regodea ante fotos, espejos y bocetos, como en las obras que aquí se muestran: La bella durmiente y Despierta. Se trata de autorretratos ante una sociedad racista y machista. Con una maestría en Conservación y Restauración de Bienes Culturales del Istituto per’I Arte e il Restauro Palazzo Spinelli de Florencia, la obra de Canales Rosario comporta cierta dimensión científica, propia de la restauración, que se manifiesta en el cuidado con el que entremezcla sus materiales. En estas obras, el pelo –hostigado por peinillas inapropiadas para una textura riza– le sirve de marco al rostro. Es como si se estuviera diciendo: Yo soy yo y mi cabello, y esas son mis circunstancias

Nitzayra Leonor

Homenaje a las trenzadoras

Xilografía

(2018)

Estudiante de la Escuela de Artes Plásticas de Puerto Rico, Nitzayra Leonor trabaja en múltiples medios (el grabado, la fotografía, el cuerpo, la cerámica y la escultura) para desarrollar un lenguaje plástico a partir de su experiencia, memoria e identidad como negra, afrodescendiente, puertorriqueña y caribeña. Homenaje a las trenzadoras (2018) nos ofrece la matriz de una tabla xilográfica lista a parir y a ser, impresa en forma de una peinilla para el pelo rizo. El pelo como definición del sujeto afro nos ha acompañado desde los registros de esclavos en el siglo XVI, estigmatizado hasta el día de hoy por el temible racismo que lo cataloga como “pelo malo”. La peinilla, que permite desenredar el pelo rizo, es aquí un objeto que reterritorializa.  El cabello se derrama cual archipiélago, elástico sobre un espacio extendido, surgiendo de un rostro que define, ubica, marca y construye.

Violeta Vani

Law of Movement

(2020)

Violeta Vani

Law of Correspondence

(2020)

Estas obras de Violeta Vani (n. Río Piedras, 1979), también egresada de la Escuela de Artes Plásticas de Puerto Rico, nos conducen al Arte Pop de los años setenta y ochenta, caracterizado por la ampliación del sujeto en el lienzo y el impacto de los colores. La estética de un Andy Warhol parece aplicarse aquí a las mujeres negras. Son rostros con intención de monumentalidad. En Law of Movement, los cabellos verdes sobre un fondo anaranjado –el encuentro de colores fríos y calientes– parecerían ser una competencia del color, como si el verde se comiera al anaranjado y el anaranjado al verde. El pelo se eleva como nube que bordea el rostro de la mujer negra. En contraste, los rollos violetas que enmarcan el rostro de la mujer enjuta en Law of Correspondence parecen un bouquet de flores inmensas, alfombras largas y gruesas que resaltan el volumen y aparentan peso. Por otro lado, notamos en la actitud de las mujeres cierta pose de modelos, de glamour, que se han destacado en algún desfile de moda occidental en donde las mujeres negras han desafiado la estética eurocéntrica. 

Zuania Minier

Pelo Crespo

Estudio para la pieza “bien conocemos los moños de las niñas”, adaptada para un tiesto escultórico encolaboración con el artista grafitero MsBles.

Cerámica y cuerda

(c. 2016)

Zuania Minier nació en la República Dominicana (1983), de madre puertorriqueña y padre dominicano, y es egresada de la Escuela de Artes Plásticas de Puerto Rico. Su primera exhibición, Pluralidad (2016), se inspiró en sus vivencias de un Caribe plural y en sus experiencias de una niñez “entre dos islas”. La obra Pelo Crespo trata sobre los moños en las cabezas de las niñas. Estos moños se esparcen como si fuesen plantas, criaturas vivas de la naturaleza dadora y paridora. Son ellas, las plantas, las que expresan nítidamente un discurso fractal que se reproduce en distintas formas rizomáticas y que se esparcen tanto hacia lo vertical como en lo horizontal en un inmenso caminar migratorio.

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