La botella
Edna Román

No es necesario ser creativo pero sí persistente
para armar un barco dentro de una botella.
El proceso del armado es meticuloso.
Cada elemento, cada amarre, cada pliegue
debe hacerse con precisión.
Pero no siempre se hace lo que se debería.
En esta imagen sustituyo el barco por la isla y pienso
en lo mucho que se han entretenido los entusiastas con este pasatiempo.
Miran unos y otros a través del cristal.
La desproporción adentro no les importa.
Les da igual.
Cuando a la isla en la botella se le despega o rompe algo
desenroscan la tapa e intentan repararla.
Las más de las veces se deja ahí rota
mientras el tiempo pasa.
La isla dentro de la botella
espera restrellarse
contra una orilla
para sacudirse e imitar a ese primer ser que,
como en un cuento de Italo Calvino,
deja a sus antepasados en el mar,
le crecen patas y comienza a andar.